ARGEL-. La Media Luna Roja Saharaui ha emitido un llamamiento urgente ante el deterioro extremo de las condiciones de vida en los campamentos de refugiados. Tras cincuenta años de exilio y un recorte sin precedentes en la financiación internacional.
Los CRS afrontan una crisis humanitaria crítica: falta de alimentos, agotamiento de reservas, aumento alarmante de la malnutrición infantil y un desplome de los recursos básicos que pone en riesgo inmediato a miles de familias. El mensaje es claro: sin una respuesta urgente, la situación puede desbordarse.
La Media Luna Roja Saharaui ha publicado un llamamiento urgente que describe una situación límite en los campamentos de refugiados saharauis, una de las peores desde el año 2010. Después de cinco décadas de exilio y de cinco años especialmente duros tras el inicio de la pandemia de 2020, la situación humanitaria se ha deteriorado hasta niveles alarmantes.
Según la organización, la crisis de financiación que afecta a las agencias de Naciones Unidas y a las organizaciones humanitarias es “sin precedentes”. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha reducido en más de un 40 % su presupuesto destinado a la población refugiada saharaui para 2025 en comparación con 2024. Y la previsión es aún peor para 2026.
Este recorte golpea directamente los pilares básicos de la vida en los campamentos: agua, alimentos, salud, educación, gas doméstico y refugio. El Programa Mundial de Alimentos también atraviesa una crisis de fondos, con un déficit superior al 30 %, que le ha impedido distribuir raciones completas y regulares a las familias más vulnerables.
Las reservas de emergencia están ya agotadas y las existencias disponibles no alcanzan para cubrir las necesidades de un mes. El impacto es inmediato: la malnutrición entre los niños menores de cinco años ha alcanzado el 13,6 %, y la anemia crónica afecta al 65 % de ellos. Entre las mujeres en edad fértil, la anemia llega a un devastador 69 %. Son cifras que no se registraban desde hace más de una década.
El llamamiento también subraya el efecto devastador de la inflación. En 2019, el coste de una tonelada de la cesta alimentaria saharaui era de 492 dólares. Hoy supera los 782 dólares. Con precios disparados y recursos cada vez más limitados, las organizaciones humanitarias no pueden cubrir las necesidades básicas y las familias quedan completamente expuestas.
Ante este panorama, la Media Luna Roja Saharaui hace una petición directa a la comunidad internacional, a los donantes y a las organizaciones solidarias: acelerar las contribuciones urgentes para evitar que la situación derive en un colapso humanitario. El coste total estimado para cubrir las necesidades inmediatas asciende a 100 millones de dólares.
El llamamiento concluye recordando que la emergencia no solo amenaza la vida y la salud de miles de personas; también pone en riesgo la continuidad de los programas educativos y la protección de los grupos más vulnerables. Medio siglo después del inicio del exilio, el pueblo saharaui vuelve a enfrentarse a una tormenta perfecta: recortes internacionales, inflación incontrolable y una crisis de recursos que ya está dejando huellas profundas.
