NUEVA YORK (Naciones Unidas)-.Durante las labores del Comité Especial de Descolonización de la ONU (C-24), varios países latinoamericanos y caribeños llamaron poner fin a la ocupación de la última colonia de África.
Países como Venezuela reafirmaron el apoyo a la descolonización del Sáhara Occidental, su postura inquebrantable sobre la cuestión saharaui y su firme solidaridad con el pueblo saharaui en su justa lucha por ejercer su derecho inalienable a la autodeterminación en virtud del derecho internacional y de la Carta de las Naciones Unidas.
Por su parte, Nicaragua reiteró que el pueblo saharaui ha soportado casi medio siglo de exilio, ocupación y negación de su derecho inalienable a la autodeterminación. Reafirmó el «compromiso histórico y firme con la defensa de los derechos inalienables a la libertad, la autodeterminación y la soberanía nacional del pueblo saharaui».
Subrayó que «la cuestión del Sáhara Occidental dista mucho de ser un caso aislado, sino que forma parte de la lucha mundial contra el colonialismo, que muchos pueblos siguen librando».
El diplomático nicaragüense hizo hincapié en la urgente necesidad de una resolución política de la cuestión del Sáhara Occidental en línea con la Resolución 1514 (XV) de la Asamblea General de la ONU y de un referéndum de autodeterminación supervisado por la ONU, calificándolo de «paso decisivo para resolver esta situación colonial en África.»
Por su parte, Bolivia señaló que «la situación del Sáhara Occidental sigue siendo uno de los temas pendientes más críticos en la agenda del Comité Especial». Destacó que el derecho internacional, en particular la opinión consultiva de la Corte Internacional de Justicia, establece claramente que el Sáhara Occidental es un territorio no autónomo bajo ocupación, subrayando que la descolonización total es «inevitable».
El representante de Cuba recordó las numerosas resoluciones de la Asamblea General de la ONU, del Consejo de Seguridad y de la Unión Africana que reafirman el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación. Instó a la comunidad internacional a adherirse a las resoluciones de la ONU sobre el Sáhara Occidental y rechazó las decisiones unilaterales que ignoran los derechos del pueblo saharaui, incluida la llamada «propuesta de autonomía», que viola el derecho internacional, la Carta de la ONU y las Resoluciones 1514 (XV) y 2625 (XXV) de la Asamblea General de la ONU.
El representante de Belice también se dirigió al comité, subrayando que múltiples resoluciones de la ONU y la Corte Internacional de Justicia han reconocido el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación como «una norma imperativa del derecho internacional». Lamentó que la descolonización siga incompleta, dejando al pueblo saharaui privado de sus derechos, lo que «convierte a la comunidad internacional en cómplice de esta injusticia.»