Nueva York (Estados Unidos), 28 de mayo de 2024 (SPS) – El miembro del Secretariado Nacional, Representante del Frente POLISARIO ante la ONU y Coordinador con la MINURSO, Dr. Sidi Mohamed Oma, dijo que “lo que empeora las cosas sobre el terreno, es que la MINURSO sigue siendo un testigo “ciego”, “mudo” y “sordo” en lo que se refiere a las prácticas coloniales y las graves y continuas violaciones de derechos humanos perpetradas por Marruecos contra los saharauis en las zonas ocupadas, además de las restricciones impuestas por el estado ocupante que perjudican el carácter internacional de la Misión, así como su credibilidad e imparcialidad como operación de paz de la ONU”.
En un entrevista concedida al medio de prensa alternativa, “Nueva Revolución, el Dr. Sidi Omar, y al ser preguntado sobre la posibilidad de una pronta solución del conflicto, aseguró que, “por el momento, no se puede hablar de negociaciones entre las dos partes en el conflicto, el Frente POLISARIO y Marruecos, porque la parte marroquí se niega a entablar negociaciones bajo los auspicios del Secretario General de las Naciones Unidas, sin condiciones previas y de buena fe, como viene pidiendo el Consejo de Seguridad de la ONU. La negativa marroquí muestra claramente que el estado ocupante no tiene ninguna voluntad política para avanzar hacia una solución pacífica y duradera a la descolonización del Sáhara Occidental. Esta es la razón por la que el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Sr. Staffan de Mistura, sigue sin poder reanudar el proceso de negociaciones desde su nombramiento en octubre de 2021”.
En cuanto a la pregunta sobre el papel de la ONU y las medidas adicionales que podrían ser necesarias para alcanzar una solución justa y duradera, el diplomático saharaui respondió: “Cabe recordar que, como resultado de una serie de negociaciones bajo los auspicios conjuntos de la ONU y la Organización de la Unidad Africana (OUA), las dos partes acordaron la solución en 1988 al aceptar oficialmente el Plan de Arreglo, que fue aprobado por unanimidad por el Consejo de Seguridad en 1990 y 1991. El Plan de Arreglo de la ONU-OUA, que es la base del mandato de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), constituye una solución razonable, práctica y “basada en la avenencia” para llevar a buen puerto la descolonización del Sáhara Occidental. Por lo tanto, nadie tiene que “volver a inventar la rueda”, por así decirlo. La solución, que ha sido aceptada mutuamente por las dos partes en el conflicto y respaldada unánimemente por la comunidad internacional representada por la ONU, ya existe. Toda vez que se trata de una cuestión de descolonización, la solución está claramente definida en cuanto a su base, la parte interesada y el medio de aplicación”.
“La base de la solución es el ejercicio por parte del pueblo saharaui de su derecho inalienable a la libre determinación y a la independencia”, concluyó. (SPS)