El abandono por el PSOE del pueblo saharaui

 

comenta Antonio Aguado *

 

Al final de la década de 1970 y hasta bien entrada la de 1980 era algo natural con el PSOE apoyar al pueblo saharaui por su determinación e independencia. Durante ese tiempo, era muy normal que a la apertura de los congresos federales y autonómicos, se invitara a una delegación del Frente Polisario y éste mediante su portavoz, dirigiera palabras de salutación y buenos deseos a los congresistas y recibían de éstos sus apoyos y solidaridad. 

 

Por eso no fue extraño que, el 14 de noviembre de 1976, en vísperas del 27 Congreso Federal del PSOE celebrado en Madrid entre los días 5 al 8 de diciembre de ese mismo año, se desplazara a los campamentos de Tinduf Felipe Gonzalez que fue reelegido como secretario general del PSOE en el mencionado congreso.

Sin embargo, paulatinamente y sobre todo a raiz de la llegada de Felipe González a la Moncloa por mediación de las elecciones generales “por el cambio” de octubre de 1982, la solidaridad y los apoyos del Partido Socialista a la justa causa del pueblo saharaui fue decayendo cada vez más.

Hasta llegar al extremo de que Pedro Sánchez de forma personal, sin haber consultado a la militancia socialista, contraviniendo su promesa de que la iba a empedrar, tampoco a sus socios de Gobierno, ni sometiéndolo a consideración del propio Congreso de los Diputados, le envió el 14 de marzo de 2022 un escrito al sátrapa rey de Marruecos Mohamed VI. en la que le expresaba: "España consideraba la propuesta marroquí de autonomía para el Sahara presentada en 2007, como la base más sería, creíble y realista, para la resolución de este diferido”

SÁNCHEZ Y MOHAMED VI

El referido escrito continuaba con el siguiente texto:”En este nuevo contexto, tiene mi garantía de que España actuará con la absoluta transparencia que corresponde a un gran amigo y aliado. Os aseguro que España siempre cumplirá sus compromisos y su palabra”. 

Eso es lo que ha venido ocurriendo entre las relaciones del PSOE (actualmente de Pedro Sánchez que lo tiene secuestrado) y el Reino de Marruecos. Incomprensible y absurdo, pues lo mejor que le podría pasar a Canarias con repercusiones favorables para el conjunto de toda España, es tener de vecino al noble, culto y muy democrático pueblo saharaui de vecino, mediante la configuración de la RASD (República Arabe Saharaui Democrática), en la seguridad de que su modelo de sociedad sería ejemplo para otros pueblos de Africa.