SMARA (Campamentos de la Dignidad)-. La Directora asturiana de la Agencia de Cooperación al Desarrollo Beatriz Coblo, reafirmó durante la recepción de la delegación institucional asturiana en Smara, el compromiso de Asturias con la justa causa saharaui, y la necesidad de continuar no solo con el apoyo humanitario, sino también político y moral
Durante la recepción en la wilaya de Smara a la delegación institucional de Asturias, la gobernadora Iz-za Babih diò la bienvenida a un grupo diverso y nutrido que incluía representantes del Gobierno de Asturias, Parlamento, partidos políticos y los dos grandes sindicatos españoles, UGT y CCOO; además de la presencia de Salamu Hamudi, de la Representación del Polisario en España, y Brahim Sidi Mohamed (Ebhaya), subdelegado en Asturias
En su discurso la gobernadora Babih subrayó la importancia de este encuentro como un acto de solidaridad internacional. La responsable saharaui ofreció una radiografía detallada de la realidad en la wilaya de Smara, donde los desafíos humanitarios y sociales son persistentes, pero enfrentados con dignidad y resistencia.
“En Smara, trabajamos día a día para garantizar el bienestar de nuestra comunidad, pese a las adversidades del exilio. La solidaridad internacional es crucial para mantener nuestra lucha por la justicia y el reconocimiento de nuestro pueblo”, expresó Babih con determinación.
Por su parte, Beatriz Coblo, la Directora asturiana de la Agencia de Cooperación al Desarrollo, que en el nombre de la Delegación asturiana, reafirmó el compromiso de Asturia con la justa causa saharaui, y la necesidad de continuar con no solo apoyo humanitario, sino también político y moral.
La presencia de sindicatos como UGT y CCOO reforzó el compromiso de los trabajadores asturianos con la lucha del pueblo saharaui. Además, los representantes políticos destacaron la necesidad de visibilizar la causa saharaui en el panorama internacional.
Un momento de conexión en las dunas.
Tras una jornada marcada por el diálogo y el entendimiento, la delegación disfrutó de una excursión a las impresionantes dunas que rodean Smara. Bajo la luz dorada del atardecer, el grupo compartió un momento más relajado, en el que pudieron disfrutar de la belleza del paisaje y la hospitalidad saharaui.
Las risas y conversaciones informales marcaron este cierre simbólico, recordando que las relaciones entre los pueblos no solo se forjan en los despachos, sino también en los encuentros humanos