
Madrid (España), 5 de mayo de 2025 (SPS)- – El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, compareció este lunes en el Congreso de los Diputados para presentar la nueva Estrategia de Acción Exterior 2025-2028, exponer las prioridades de la política exterior española para este año y abordar otros asuntos relacionados con su departamento. Aunque la sesión estaba prevista para centrarse en la política de rearme proyectada por la Unión Europea tras las tensiones con la administración Trump, el debate volvió a poner de relieve las contradicciones de España en política exterior, así como el creciente aislamiento del PSOE —partido mayoritario en el Gobierno— en torno a una estrategia marcada por notorias incoherencias.
El diputado de Sumar, Agustín Santos, recordó al canciller Albares- uno de los más cuestionados en los últimos años— que “es notoria la posición solitaria del PSOE en relación al proceso de descolonización del Sáhara Occidental”. En el 50º aniversario de la Marcha Verde (marcha negra para los saharauis) y de la retirada de España del territorio, Santos advirtió que, “si no se adoptan iniciativas serias para reactivar las negociaciones entre Marruecos y el Frente POLISARIO, se corre el riesgo de que no se renueve el mandato de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO), e incluso de que su enviado especial, Staffan de Mistura, dimita”.
“Para no cerrar en falso este largo conflicto, es necesario cumplir con las resoluciones de Naciones Unidas con la intervención decidida de España”, subrayó.
El diputado de EH Bildu, Jon Iñarritu, exigió al Gobierno que rectifique su giro de postura sobre el Sáhara Occidental. Criticó que “el precio a pagar por llevarse bien con Marruecos no puede ser abandonar al Sáhara”, e instó al Ejecutivo a recuperar el apoyo al referéndum de autodeterminación respaldado por la ONU. Iñarritu acusó a Albares de incoherencia al contraponer la postura activa del Gobierno en favor del reconocimiento del Estado palestino con la “pasividad absoluta” respecto al Sáhara.
Desde VOX, Carlos Flores Juberías denunció que la Estrategia de Acción Exterior omite cualquier referencia al Sáhara Occidental, lo que consideró revelador de la deriva diplomática liderada por Albares y su falta de firmeza en política multilateral.
En la misma línea crítica, el Partido Popular denunció que la Estrategia de Acción Exterior 2025-2028 “no es más que una estrategia sumisa frente a Marruecos” y calificó como “una pésima decisión haber abandonado al pueblo saharaui a su suerte, apartándonos de la tradicional postura española”. El diputado popular Carlos Floriano recordó al ministro Albares sus recientes declaraciones tras reunirse con su homólogo marroquí, acusándolo de actuar “en contra del derecho internacional” al pretender “confirmar la soberanía del invasor sobre el ocupado”. Floriano subrayó las contradicciones que, a su juicio, definen la política exterior del Gobierno, y reivindicó que España debe defender unas relaciones internacionales basadas en normas, “pero no solo en algunas causas. En todas. También en esta”.
Como bien ha recogido “El Español “(5 de mayo), Albares se quedó completamente solo en la defensa del plan de rearme y de su política exterior. Enfrentó el rechazo tanto de sus socios parlamentarios como de la oposición. Críticas por su falta de transparencia, su respaldo a Marruecos en detrimento del Sáhara Occidental. Desde Podemos hasta el PP, todos los grupos cuestionaron la falta de consenso para implementar una estrategia internacional creíble.
Pese a que el ministro intentó reivindicar la “coherencia” y el “carácter propio” de su política, los portavoces de casi todos los grupos, incluidos los de su propio bloque, rechazaron tanto la forma como el fondo de su propuesta. Según El Español, Albares ofreció una nueva estrategia atrapada en una pinza: sin apoyo de los socios parlamentarios y con el rechazo frontal de la oposición, en especial por su posición ambigua sobre el Sáhara Occidental.
En resumen, la comparecencia del ministro Albares ha dejado claro que su gestión de la política exterior no solo está erosionada en el plano parlamentario, sino también debilitada dentro del propio cuerpo diplomático, cada vez más crítico con un modelo que consideran opaco, personalista y carente de visión estratégica.
Además de las críticas parlamentarias, se suman las de carácter institucional, La Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) ha arremetido contra la gestión interna del Ministerio, acusando a Albares de “menoscabar” las funciones de los diplomáticos y de blindar Exteriores contra los medios de comunicación. Según publicó el diario ABC, la ADE denunció que el ministro ha impuesto una política de opacidad, restringiendo la interlocución directa entre diplomáticos y periodistas, y controlando el acceso a la información.