Homenaje en Madrid a la activista saharaui, que estuvo 560 días presa en su casa, con su madre, de 84 años, y su hermana sufriendo asaltos nocturnos, torturas y violaciones de paramilitares marroquíes.
Se encuentra en España para recibir tratamiento médico por su deteriorado estado de salud a consecuencia de las múltiples agresiones que ha padecido.