Pasar al contenido principal

Muro de la Vergüenza, el caso de una barrera al pueblo Saharaui(prensa)

Submitted on

Fuente:terra
En el norte de África se encuentra la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), un país que sufre las consecuencias de los muros que dividen a los países, pero que nunca detendrán la voluntad de los pueblos, a decir del embajador de esa nación en México, Ahmed Mulay Ali Hamadi.
 
Ante la amenaza del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de edificar un muro en la frontera con México, el diplomático advirtió en entrevista para Notimex que este tipo de acciones no sirven para nada.
 
"Nadie puede paralizar a los pueblos y cuando los pueblos se unen, son conscientes de lo peligrosos que son los muros físicos y actúan; siempre los muros caen", aseveró.
 
Desde 1976, cuando se independizó de España, la República Árabe Saharaui Democrática vive una ocupación militar a manos de su vecino Marruecos, nación que reclama el territorio del Sahara Occidental como suyo.
 
Después de la invasión, Marruecos comenzó la construcción de la barrera militar más grande del mundo, conocida como el "Muro de la Vergüenza", de más de dos mil 700 kilómetros de extensión, dividido en ocho bardas y vigilado por 150 mil soldados y casi ocho millones de minas antipersona.
 
Desde entonces, el muro divide al territorio saharaui en la zona ocupada, la zona liberada, y la de campamentos de refugiados.
 
"Los saharauis que viven en la zona ocupada viven una situación muy seria. Hay más de 500 desaparecidos y más de mil presos políticos", comentó el diplomático.
 
Hasta el inicio de los años 90 del siglo XX, la lucha armada estuvo liderada por el Frente Polisario, un movimiento de liberación nacional del Sahara Occidental; sin embargo, en 1991 hubo un alto al fuego.
 
Tras la intervención de la Organización de las Naciones Unidas, a través de la Misión para el Referéndum del Sahara Occidental (Minurso), la lucha por la autodeterminación de la RASD se trasladó al campo diplomático.
 
Sin embargo, "la Minurso es el único contingente de Naciones Unidas que no vigila los derechos humanos, porque Francia, donde nacieron los derechos humanos, vetó el Consejo de Seguridad para que la Minurso vigile lo que el ejército y la policía marroquí están haciendo a los saharauis", lamentó Ali Hamadi.
 
Detalló que se han descubierto cinco fosas aledañas al muro de la RASD, en donde se han encontrado cuerpos de niños, mujeres y hombres torturados. De entre las víctimas de la violencia en la zona ocupada, dos de cada tres saharauis asesinados son mujeres.
 
 
De acuerdo con el embajador, la llamada "Primavera Árabe" comenzó en 2010, cuando los saharauis se levantaron dentro de la zona ocupada por Marruecos. Actualmente, esos manifestantes se convirtieron en el grupo de presos políticos de Gdeim Izik, un campamento de refugiados creado el 10 de octubre de ese año.
 
Dicho campamento fue desmantelado por militares y policías marroquíes el 8 de noviembre de 2010 y desde entonces a la fecha diariamente hay protestas pacíficas, manifestaciones y confrontaciones con autoridades de Marruecos.
 
Los saharauis que viven en la zona liberada y dentro de los campamentos de refugiados tienen un poco más de libertad; sin embargo, las necesidades humanitarias como alimentos, atención médica y educación son constantes.
 
 
Respecto a la pretensión del presidente estadounidense Donald Trump de edificar un muro en la frontera con México, el embajador sostuvo que "todo político, por muy inteligente que sea, que intente poner muros físicos entre pueblos está equivocado".
 
"Es mejor buscar lo contrario a los muros; la amistad, la solidaridad y la cooperación, eso sí ayuda a crear un mundo de paz y democracia en donde todos podamos vivir respetándonos unos a otros".
 
El Muro de la Vergüenza es una de las 10 barricadas que buscan separar radicalmente las fronteras entre países que se encuentran en disputas políticas, religiosas, migratorias o territoriales.
 
Actualmente, la lucha de los saharauis busca crear una presión social internacional sobre Marruecos para que desocupe su territorio, pues "nosotros no queremos que acepte nada que no sea justicia", finalizó.