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El prestigioso abogado internacional Jared Genser se une al equipo de defensa de la activistas saharauis hermanas Khaya

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Washington, D.C., 15 de mayo de 2021 (SPS)- El abogado internacional de derechos humanos Jared Genser anunció hoy su adhesión al equipo legal internacional para la defensa de Sultana Khaya, defensora de los derechos humanos saharaui. Khaya ha esta en arresto domiciliario por las autoridades marroquíes en Bojador, Sáhara Occidental desde noviembre de 2020. Durante ese tiempo, ella y su hermana han sido hostigados, agredidos y torturados.
Jared Genser se une a un amplio equipo internacional de abogados y juristas con dilatada experiencia en la defensa de los derechos humanos .”Es un gran privilegio para mí unirme al equipo de defensa Sultana Khaya como abogada internacional. Su detención y maltrato, qué violan numerosas disposiciones del derecho internacional, están claramente relacionados con sus críticas abiertas al gobierno marroquí y su activismo pacífico a favor de la autodeterminación saharaui. Trabajaremos incansablemente para exponer esta injusticia y abogar por su liberación inmediata”, ha declarado Genser.
Por su parte, Tone Sørfonn Moe, jurista noruega de derechos humanos que trabaja junto Mads Andenæs, ex relator especial de la ONU sobre detención arbitraria y presidente del Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria, ha señalado estar "asombrado por lo fuerte que se mantiene Sultana frente a un trato tan horrible, pero también temo por su vida”. 
El equipo de defensa denuncia que "esta redada más reciente marca una escalada muy preocupante en el abuso de las autoridades marroquíes contra Sultana y sus familiares, y  preocupa que su comportamiento siga empeorando. Es vital que se preste mucha atención a su caso, así como al de otros activistas, y se responsabilice a Marruecos por su grave violación de los derechos humanos y el derecho humanitario". 
Asimismo, en el comunicado se recuerda que “Khaya ha sido atacada durante mucho tiempo por las autoridades marroquíes por su trabajo. Ha sido golpeada y torturada muchas veces, incluyendo ser golpeada tan duramente por la policía durante una manifestación pacífica en 2007 que perdió el ojo”. 
Para la ONG Nómadas, que apoyó al equipo que ha trabajado con Sofornn Moe desde noviembre para documentar el caso de Sultana y alertar a numerosas organizaciones de DDHH y medios internacionales acerca de su situación, ha señalado que “es una noticia extraordinaria no solamente para Sultana sino para el pueblo saharaui. “Cuando este nuevo equipo inicie sus acciones legales, de comunicación y de presión - y con el lanzamiento del comunicado ya ha dado el primer paso - empleará el caso de Sultana para resaltar las graves violaciones de DDHH que cometen a diario las autoridades marroquíes de ocupación contra el pueblo saharaui, exigirán a la comunidad internacional que responsabilicen a Marruecos de sus acciones y presionarán a la administración Biden a asumir sus responsabilidades y no seguir callando ante los atropellos diarios a los que están sometidos Sultana, su familia y el pueblo saharaui”, añade.  
Las fuerzas de seguridad marroquíes han estado bloqueando la casa de la familia Khaya desde el 19 de noviembre de 2020, cuando se le dijo por primera vez que sería arrestada y torturada si se iba. Desde entonces, ha estado detenida bajo arresto domiciliario sin justificación. 
Además, en los últimos seis meses, las fuerzas marroquíes allanaron la casa de Khaya sin una orden judicial, la agredieron físicamente, la hostigaron a ella y a otras personas presentes en la casa, arrojaron sustancias tóxicas a la casa, cortaron la electricidad, amenazaron con matarla y le negaron el acceso a tratamiento médico por las lesiones que sufrió. Su detención ha sido denunciada por Human Rights Watch, Amnistía Internacional y Frontline Defenders, entre otros.
La situación se intensificó abruptamente en los últimos días, aparentemente como parte de una ofensiva más amplia contra los activistas saharauis en toda la región. El 10 de mayo, la policía allanó la casa de Khaya y secuestro a tres activistas de derechos humanos. La policía tomó a los tres activistas bajo custodia y los torturó durante varias horas antes de arrojarlos a una parte remota del desierto. Luego, durante la noche del 11 de mayo, la policía allanó de nuevo la casa de Khaya, atacándola brutalmente y agrediéndola sexualmente. Aunque intentó escapar y buscar ayuda, la policía la arrastró de vuelta a la casa y continuó golpeándola. Ella sigue sufriendo un fuerte dolor por las heridas infligidas durante la incursión marroquí.
 
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