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Entrevista a Mohamed Zrug, delegado del Frente Polisario en Brasil

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18 de de marzo de , 2016 – porunsaharalibre.org
“Porunsaharalibre.org” entrevistó a Mohamed Zrug, delegado del Frente Polisario en Brasil. Un joven diplomático que estudió en La Habana y Barcelona. En medio de una crisis diplomática entre Marruecos y el S G de la ONU y un día después de la reunión de emergencia del Consejo de Seguridad convocada por el mismo Secretario General de la ONU, Mohamed Zrug nos da un análisis claro de la lucha y desafíos del pueblo saharaui y la su legítimo representante el Frente Polisario.
Sr. Zrug estudio en la Habana y en Barcelona. Fue representante del Frente Polisario en Chile y ahora es en Brasil, saharaui que vive gran parte de su vida en el exterior, ¿un refugiado más ?
Parte del pueblo saharaui se encuentra refugiada, desde que en 1975, marruecos invadió militarmente su territorio. Fue perseguido por el bombardeo de la aviación; sus ciudades cercadas y las casas allanadas; cientos fueron ejecutados en centros de detención o en pleno desierto o simplemente, desaparecidos.  Otros tantos, resucitaron milagrosamente tras 16 y 24 años vegetando en cárceles secretas marroquíes, en Agedez y Galet Maguna. Hoy cuentan al mundo y a las nuevas generaciones de saharauis, el alto coste pagado por la búsqueda de la libertad. El grupo de presos de activistas civiles Gadaim Izik sentenciados por un tribunal militar, a cadenas que oscilan entre 20 años de privación de libertad y perpetua, están  librando desde sus celdas, una de las más heroicas páginas de desafío y heroísmo de un pueblo cuyos integrantes, han decidido anteponer sus vidas y sus ideales, a ser sometidos a la humillación. El calvario de la familia de Embarek Daudi, de Dambar y de las madres de los 15 jóvenes asesinados en 2005 es muestra de ello.  Si no fuera suficiente, marruecos dividió nuestro país con muro militar de 2.725 km e implanto en nuestro territorio, más de siete millones de minas, que seguirán llevando vidas inocentes.
Nunca hemos aceptado la asunción de la condición de ser refugiados sin más. Hemos dado suficientes muestras de querer volver a nuestra tierra y hogares, en condiciones de libertad y dignidad, como bien dijo el Secretario General de las Naciones Unidas en su visita a los territorios del Sahara Occidental liberado el 5 de Marzo pasado. Para ello, hemos adoptado una actitud pro activa durante los últimos 40 años; de resistencia e insistencia en nuestro inalienable derecho a la independencia.
En los últimos días la comunicación social ha dado toda su atención a la ronda de ban ki moon sus declaraciones sobre el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui que simplemente reafirman lo que dice nnuu hace décadas. Marruecos reaccionó de forma agresiva. En su punto de vista estas declaraciones de ban ki moon, ¿traen algo de nuevo?
La visita en su conjunto es un estímulo moral y político a la lucha del pueblo saharaui, siendo la primera realizada a los territorios de la República Saharaui, por un Secretario General de las Naciones Unidas.  La importancia de las declaraciones, habría que medirlas, en el impacto que suscitan en el gobierno ocupante
Claramente, se sintió contestado.  El principal motivo, es que dicha visita echó por tierra, tanto por sus formalismos como por su contenido, todo el andamiaje político y propagandístico, sobre el cual marruecos con la ayuda de Francia, venia sustentando ante el mundo, su pretendida posesión del Sahara Occidental. Sus tesis políticas fueron refutadas: “el Sahara Occidental se encuentra bajo ocupación y es un territorio no autónomo”, decía el Secretario General. Sus amagos de pseudo solución, descartados: “el referéndum, es la solución” proseguía Ban Ki moon. Sus soflamas de ligar a los saharauis al terrorismo internacional desmentidos: “me he sentido alentado por la fe depositada por el pueblo saharaui en las Naciones Unidas, sus principios y el derecho internacional…reconozco los esfuerzos del Frente Polisario en establecer la seguridad”. Sus intentos de matar de hambre a la población refugiada, llamando constantemente al corte de las ayudas, como forma de presionar al Polisario a capitular, también fueron severamente enfrentados por la máxima autoridad de las Naciones Unidas: “trabajaremos para proveer a la población y a los jóvenes de educación, sanidad, medios de sustento, acceso al agua y vivienda digna…Llamaré a una conferencia internacional de donantes para el pueblo saharaui”, concluyó.
Desde Waldheim nunca un secretario general de las Naciones Unidas había querido asumir cabalmente su responsabilidad ante la ocupación del Sahara Occidental, aun a costa de ponerlo como blanco de la furia de marruecos y sus aliados. El hecho que haya sido Ban Ki Moon en persona, quien haya convocado la tarde del jueves 17 de marzo, reunión urgente del Consejo de Seguridad para analizar las medidas de desafío lanzadas por marruecos a las Naciones Unidas, es señal de esta fuerte determinación.
En inicio de esta semana Marruecos anunció oficialmente una reducción unilateral de sus aportaciones a la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) y amenazó cortar su financiación “voluntaria” a la misión, que es de algo más de tres millones de dólares.
Que la dictadura marroquí, decide retirar los más de tres millones de dólares como financiación voluntaria, a la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental MINURSO, entraña una doble deshonestidad. La primera que marruecos haya entendido, que su aportación hasta ahora, fuese dada como una suerte de talón de silencio. Segundo y lo más grave, plantea la pregunta, compartida por parte de la prensa internacional, acerca de la idoneidad de su aceptación desde el inicio, por parte del máximo organismo mundial, cuando aún está inmerso en un proceso de descolonización en el Sahara Occidental. Precisamente porque es, por causa de este tipo de prácticas y subterfugios,  lo que no ha permitido avanzar en la resolución de la cuestión saharaui; por no atenerse algunas instituciones internacionales, a la debida imparcialidad e independencia requeridos. A propósito de ello, se hace imposible no evocar otro hecho. Cuando marruecos aporta un millón de dólares al Alto Comisionado para los Derechos Humanos, también lo hace de forma voluntaria, solo que ahora, sabemos a cambio de qué fue ofrecido, a raíz del escándalo de los cables de Chris Coleman. La legalidad en este caso, ofrecimiento voluntario de aportación de estados, no está reñida a la moralidad, cuando existe un claro conflicto de intereses; y marruecos sabe mucho de eso. Es esencial que las Naciones Unidas efectivamente cambien parte de su narrativa condescendiente  con marruecos, buscando alternativas, a parte de las prácticas que la venían justificando.
Su decisión mucho más grave, de desmantelar la MINURSO, expulsando a 84 de sus integrantes es, como manifestó nuestro representante permanente ante las Naciones Unidas “el camino más corto para la vuelta a la guerra”.
En todo caso, la actual parálisis de la diplomacia marroquí, es parte de una bancarrota moral y política de mayores proporciones. Una deriva cuyos resultados han sido perseguidos a conciencia, por la diplomacia saharaui. El Frente Polisario, a través de su máximo líder, viene manifestado en los últimos años, la determinación de llevar al régimen marroquí, justo al lugar donde se encuentra ahora: absolutamente aislado y en abierto enfrentamiento con la comunidad internacional. Su guerra abierta en contra del secretario general, es el último peldaño de un ego colonial marroquí tocado a muerte.  Recordar, que continúa estando fuera de la Unión Africana; en crisis con la Unión Europea tras la sentencia del 10 de Diciembre del tribunal de justicia europeo, por declarar nulos los acuerdos agrícolas que vulneran el derecho soberano del pueblo saharaui a sus recursos naturales y está, en abierto enfrentamiento con las organizaciones internacionales de derechos humanos.
En su opinión ¿por qué las NNUU no cumplen  su misión y permiten que la situación se arrastra tantos años?
Por Francia.  Que va de gendarme de la democracia y los derechos humanos por el mundo causando muerte, destrucción, oleadas de emigrantes  y desestabilizando gobiernos legítimos. La misma Francia, que sustenta la perpetuación del colonialismo y la ocupación militar extranjera en el Sahara Occidental, a través de un régimen feudal, cuya única carta de presentación es la de encabezar cada año, la lista de gobierno de mayor represión.  También por la acción u omisión de los sucesivos gobiernos del Estado Español, engullidos aun por la presión de un sector político militar e económico, que a pesar de 40 años de democracia y estado de derecho, prefiere la claudicación a los chantajes y amenazas consumadas, de su vecino marroquí en temas como el terrorismo, la emigración ilegal y las drogas y; no termina por asumir su responsabilidad legal, histórica y moral de potencia administradora del Sahara Occidental. Y evidentemente, también por los Estados Unidos; que a pesar de su pasado en la guerra contra el pueblo saharaui y su aparente cautela o repliegue de posiciones tradicionales en los últimos años, continua siendo clave, en la no resolución del conflicto en el Sahara Occidental.
A América Latina y África son los dos continentes donde más países reconocen y apoyan la RASD, ¿cómo pueden actuar para hacer más presión a nivel internacional por la independencia del Sahara Occidental?
Los africanos han decidido llevar en paralelo la defensa de la RASD, a su derecho de disponer de mayores espacios de participación en la escena internacional. Naciones que a partir de un pasado de lucha anticolonial similar al nuestro y extenuados de las maniobras marroquíes, contribuyen con su solidaridad incondicional y acompañamiento político al lado del pueblo saharaui. Hemos visto en los últimos años como la Unión Africana y sus instituciones, recuperan protagonismo internacional en defensa de la República Saharaui, actuando en bloque ante la Unión Europea; en la Asamblea General y el Consejo de Seguridad. La causa saharaui es, una causa eminentemente africana y de los pueblos africanos y como tal, hace que sus implicaciones, sean asumidas por académicos, sindicalistas, aristas, prensa y partidos político en muchas capitales.
En América Latina, el activismo del Frente Polisario durante décadas y el respeto que se tiene a la legitimidad de nuestra causa, identificada con una historia y cultures comunes, hacen que este continente continua defendiendo, no solo el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y condenando las violaciones a los derechos humanos ejercidas en su contra, sino también acogiendo y ampliando la presencia de la República Saharaui por su vasta geografía.
Para concluir, diría que estamos viviendo un momento histórico y decisivo de nuestra lucha por la recuperación total de nuestro derecho, a decidir libremente nuestro futuro y estamos, en  mejores condiciones, de ir forjando nuevas alianzas y de adoptar nuevos y diversificados métodos de lucha y resistencia, que garanticen la defensa de nuestra independencia y soberanía nacionales
40 años después, el combativo pueblo saharaui continuo estando aquí. El Frente Polisario acuñó la práctica de la paciencia estratégica y los resultados están a la vista. Hoy los sacrificios de nuestro pueblo se ven recompensados;  nuestra moral de lucha intacta y más unidos que nunca. El actual aislamiento del régimen marroquí es resultado de nuestra determinación y de la arrolladora fuerza de la solidaridad internacional. Antaño como el régimen de Suharto en Indonesia,  la devaluación moral y política del régimen feudal marroquí, es el preludio de su derrota definitiva