La obra de una educadora saharaui devota a su trabajo

La Educadora Mueimina Suelam
Jue, 07/03/2024 - 19:22

 Una vida dedicada a la educación de generaciones.

Testigo del nacimiento y desarrollo de tres generaciones de saharauis.

SMARA (Campamentos de la Dignidad)-. La anciana caminaba con pasos pausados, mira alrededor y ve sus nietos jugando con su madre. Ella con sus ochenta años, había sido una excelente madre para sus hijos y abuela para sus nietos, le llaman Màm-ma.

Se le brillan los ojos  de emoción al saber que había educado a las madres de estos niños y a tres generaciones de saharauis  desde 1976 hasta el 2011. El trabajo dedicado a esa causa ocupó la mayor parte de su vida.  

EL PRINCIPIO DEL EXILIO Y LA NACIENTE INFRESTRUCTURA

Su Militancia en la Organización empezó en el año 1976 y con ello su labor como educadora. Ella recuerda aquellos tiempos de principio del desplazamiento de los saharauis a la tierra de la nada, al desierto màs inhóspito donde comenzaron a levantarse los primeros campamentos en pleno exilio y en plena guerra con Marruecos.

“La llegada de la gente al desierto fue un acontecimiento difícil, los desplazamientos y el exilio fueron brutales, organizar la vida de los campamentos fue una proeza porque la gente llegó prácticamente sin nada.”

Sobre sus comienzos en esta labor, dice: “Cuando el Frente POLISARIO comenzó a organizar los Campamentos de Refugiados Saharauis, lo primero que hizo dentro de su estructura organizativa fue crear comités para la administración de los Campamentos, a mi me asignaron  en el Comité de Educación. Antes de asumir la función que desempeñé màs de tres décadas, primero hice de cocinera  los primeros años. Me acordaba que preparábamos papillas para los niños debajo de una acacia en el desierto.”

Màm-ma  decía que disfrutaba con su trabajo en la cocina y se sentía feliz viendo a los niños jugar en la arena del desierto en la pausa del recreo. Al principio los niños estudiaban debajo de las acacias, Luego lo hicieron en tiendas. La escasez era el dominador común en todos los aspectos de la vida en los campamentos. “

Ella es testigo de la construcción por el Frente POLISARIO de las primeras escuelas que fueron levantadas gracias al trabajo voluntario del pueblo, en mayor parte por el esfuerzo de las mujeres saharauis.

Las escuelas ( Gusùr, en referencia a que mientras el rey de Marruecos construía suntuosos palacios, el Frente POLISARIO construía escuelas) tenían todo tipo de escasez desde material didáctico, pupitres y sillas hasta la  escasez de libros de texto.

Nuestra Gan educadora lo tiene muy claro” el Frente POLISARIO construyó escuelas como respuesta urgente para erradicar el analfabetismo herencia del colonialismo español e  impulsar la alfabetización de niños y niñas. Más tarde se pudo escolarizar a todos los niños saharauis. Ella entiende que es necesario educar a las nuevas generaciones  para garantizar el progreso de la sociedad.

DECADAS AL SERVICIO DE LA EDUCACION

La anciana educadora ha dedicado 35 años de su vida a la educación y ha desempeñado esa labor con esmero y amor. Quien no recuerda a Màm-ma caminando cada día detrás de los pequeños de la guardería para llevarlos al asilo nido o acompañando a los niños de primaria a su escuela.

Ella es una educadora muy especial, una maestra tradicional que no lleva un listado, no escribe. Lleva su oficina y archivo en la memoria.

Mujer analfabeta pero con una memoria  infalible que le permite recordar en esos años, la ubicación de cada niño en cada barrio y sus datos y si estudiaba en los Campamentos (escuelas regionales, 09 de Junio o 12 de Octubre) o en el extranjero en Libia, Argelia o Cuba.

En 1981 y 1993 realizò sendas visitas a Libia junto a una delegación de personalidades y autoridades saharauis  para constatar la situación de los estudiantes y traerles noticias de sus familias. Ella recuerda aquellas visitas como las màs gratificantes porque los alumnos que les conocía la desbordaban en abrazos. Todo el alumnado de su Daira la abordaba para poder verla y saludarla en gesto de agradecimiento.

Nunca flaqueó en su deber como educadora y supervisora durante 35 cursos lectivos.  En esos años ella recordaba que en algunas mañanas camino a la escuela con los niños encontraba al difunto presidente de la Repùblica Saharaui, Mohamed Abdelaziz abrazando a los menores saharauis y animándolos a estudiar para el mañana  y para el  futuro de un Estado saharaui soberano.

UN GRAN HOMENAJE

Aprovechando el Día Internacional de la Mujer para homenajear a todas las mujeres saharauis por su labor en todos los campos y en particular a una gran mujer, una gran madre y una Gran Educadora que dedicó más de tres décadas  al servicio de la Educación y a la causa nacional.

Rendimos un merecido  homenaje a la trayectoria y personalidad de esta sublime educadora.

Tras estas tres décadas de sacrificios y entrega en la educación de las nuevas generaciones de saharauis,  hoy se siente satisfecha  por el deber cumplido.

Su gran labor será siempre recordada por aquéllos y aquellas  que fueron niños y niñas  y hoy hombres y mujeres. Su visión de la excelencia en  educación  y su constante mejoramiento es un ejemplo a seguir.

Ella concuerda con el intelectual  y escritor cubano, José Martí, quien  dijo “el pueblo más feliz es el que tenga mejor educados a sus hijos.”

Compartir